Intenso, cargado de enigma y efectista, el estilo gótico es una de las apuestas más osadas de este invierno.
Un look nocturno, que toma al negro como color fetiche, y se hace eco en un make-up de piel pálida, ojos profundos y labios con brillo.
Elegante y discreto, el negro se vuelve demoledor cuando se combina con una piel clarísima, ojos intensos, trabajados con negro, violeta, y obispo, y labios colorados.
Cuando maquillamos se debe hacer hincapié en la mirada, mucha máscara y delineador interior oscuro. Los labios deben ser profundos, para esto en necesario un alto contenido de pigmentos y brillos metálicos.
La piel mate, con ligero reflejo, y los pómulos con poco color, muchos maquilladores interpretan el maquillaje gótico como la más pura sofisticación.
Los colores que acompañan el negro deben ser profundos y sugerentes, como el violeta, el obispo y el rojo sangre.
Los brillos dorados y plata, en sus diversas gamas, aportan misterio y elegancia, y mientras la piel del rostro pasa a ser blanca, aterciopelada y radiante, los pómulos deben realzarse con luz.
La boca juega un papel protagonico, ultra brillante y voluptuosa, los ojos no debemos enmarcarlos con líneas rígidas, sino difuminar sombras varias y combinables, que aportan un efecto más audaz.
Este tipo de maquillaje es ideal para eventos que tengan lugar cuando cae el sol, momentos en que los enigmas comienzan a surgir, este es un maquillaje intenso y fácil de trabajar, te recomiendo que lo pruebes y nos cuentes que tal te resulto.
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